De Rutas y Vinos: Bourgogne
El equipo de La Carbonera al completo... ¡vive la France y viva el vino!
Hace unas semanas volvimos a hacer las maletas para retomar una de las actividades que más nos gustan, viajar en busca de los mejores sabores. Marcelo y Marité , acompañados por Daniela, Romina y Annet, nos aventuramos hacia una de las zonas vitivinícolas más importantes del mundo: La Bourgogne.
Esta ruta por una de las regiones más históricas y prestigiosas del mundo del vino ha sido toda una fuente de inspiración y conocimiento. Sobre todo, nos impactó cómo un territorio tan pequeño puede generar tanta actividad alrededor del vino y cómo se refleja en la restauración, en las tiendas y en el turismo, tanto profesional como generalista, que acude en masa a esta mítica región francesa para beber buen vino. Borgoña habla de vinos de pueblos, pero también de vinos de parcelas. Se pone en valor la clasificación de los suelos, de modo que unos viñedos tienen más o menos prestigio que otros, pero Borgoña también habla de los elaboradores, de las personas y del buen hacer del viticultor. Eso es lo que siempre perseguimos en La Carbonera Madrid… la esencia.
PERNOT PÈRE ET FILS
Pinot noir y Chardonnay son las dos uvas por excelencia de esta región, que a su vez se divide en cuatro subregiones: Côte de Nuits y Côte de Beaune, ambas integradas en Côte d'Or, y algo más al sur las dos restantes, Côte Chalonnaise y Mâconnaise. Tuvimos la ocasión de recorrer las dos primeras Côtes y aprovechamos para visitar la famosa bodega Domaine Pernot Père et Fils. Allí nos recibió Pascal, quien nos mostró las viñas de los alrededores y a continuación nos invitó a catar todos sus vinos… ¡y eso que apenas eran las 10 de la mañana!
Recorriendo los viñedos de Pernot Père con Pascal
¡Esta bodega es un auténtico paraíso!
Nuestros favoritos después de la cata: Gevrey-Chambertin y Côte de Nuits-Villages
Los que más nos gustaron fueron un Côte de Nuits-VIllages de la parcela La Croix Violette de 2022 y un Gevrey-Chambertin de la parcela Les Jeunes Rois, también de 2022. Por cierto, gracias a la inestimable colaboración de Silvia y Alma Vinos Únicos , que nos ayudaron a preparar este maravilloso tour, ya tenemos disponible el Côte de Nuits en nuestro local… ¡pídenoslo la próxima vez que vengas!
FORT SAINT-ANTOINE
El viaje a Bourgogne se les ocurrió a las chicas de La Carbonera Madrid en la última cena de Nochebuena después de probar tres botellas de vino... Pero la idea de desplazarnos hasta al departamento del Jura fue una recomendación de Adrián Pellejo de Formaje. Tras comprobar que las visitas a las queserías de Francia iban a resultar un tanto complicadas, decidimos ir hasta allí ¡y la experiencia no pudo ser más satisfactoria!
Imponente, Fort Saint-Antoine es una auténtica catedral del queso, un destino imprescindible para todo aquél que aprecie y se dedique a este mundo. Cuatro maestros queseros custodian unas 60.000 hormas de queso, controlando una a una su proceso de maduración mediante los sentidos del oído, el tacto y la vista… ¡con ayuda de un martillo! Después de sentir el fuerte y de saborear sus quesos, ya podemos hablar con propiedad de lo que es un auténtico Comté Saint Antoine de Marcel Petite. A propósito, en Fort Saint-Antoine no se produce queso, ¡se afina queso! Son dos labores completamente distintas, que en Francia saben diferenciar perfectamente.
Al asalto de Fort Saint-Antoine, una parada imprescindible y muy gratificante en nuestra ruta
Las galerías del fuerte impresionan. Un lugar para perderse entre miles y miles de quesos… ¡mmmm!
LA BORGOÑA GASTRONÓMICA
Siempre que salimos de viaje, aun teniendo en cuenta que estamos trabajando, procuramos que sea lo más placentero posible. Claro que se puede trabajar y disfrutar al mismo tiempo. Quienes tenemos la suerte de poder hacerlo ¡sabemos que esta forma de entender la vida es la correcta! Borgoña no nos defraudó en absoluto. No solo por el nivel de sus vinos, sino también por el de su comida y, en especial, de sus quesos. De hecho, la primera noche del viaje acudimos a un mercado local que tenía un expositor de quesos de ensueño, y con los productos que allí compramos montamos una deliciosa cena con la tabla que aparece en la foto. Los quesos eran espectaculares, de una calidad excepcional y en su punto óptimo de maduración.
Así se improvisa una tabla cuando sales de viaje. Con quesos de calidad superior ¡todo es más fácil!
Quesos, quesos y más quesos para dar y tomar…
Disfrutando y degustando la gastronomía borgoñesa en un sitio con mucho encanto
Además, en los restaurantes pudimos degustar una variedad gastronómica increíble. Da gusto comprobar cómo maneja esta gente las masas, los guisos, los quesos, los vinos, etc. En serio, se trata de una cocina de mucho nivel para ser una zona turística, lo cual la hace muy especial.